El auto es el transporte más común para llegar al destino de vacaciones en Argentina. Por más que a uno le guste manejar, si se trata de trayectos relativamente largos el cansancio y la fatiga aparecen durante el viaje.
En jornadas en las que las circunstancias te fuerzan a estar muchos horas seguidas al volante es bueno realizar algunos ejercicios durante el recorrido para minimizar los efectos cansadores de estar en la misma posición por mucho rato.
-Mové el cuello durante el manejo. Es importante para no sobrecargar las cervicales. Incliná la cabeza hacia la derecha o la izquierda, hacé círculos o llevá el mentón hacia atrás. Es bueno repetir estos movimientos entre 5 y 10 veces por hora.
-Extendé la zona lumbar en las paradas. Al bajar del vehículo es bueno realizar algunos estiramientos corporales. El primero es caminar una media cuadra para relajar el cuerpo. Uno de los ejercicios más eficientes es poner las manos en la parte baja de la columna, inclinarse ligeramente hacia atrás y dejar caer un poco el peso del cuerpo. Repetí varias veces el movimiento.
-Decontracturá extremidades. Cada cierto tiempo es recomendable mover los tobillos, por ejemplo, escribiendo con el pie una frase o haciendo círculos. Para los hombros, hacer movimientos circulares.
-Mantené una postura correcta. Suele pasar que al principio del trayecto la columna se encuentra en una postura erguida pero a medida que pasan las horas la posición se pierde. Para cuidar la zona lumbar, colocá una almohada circular o toalla en la zona de las lumbares (donde la columna se curva) para mantener la posición adecuada.
Además, es aconsejable adoptar ciertas costumbres para antes y después del viaje.
-Descansá bien la noche anterior. Es recomendable dormir entre 7 y 9 horas el día antes del viaje. Si tenés la intención de salir temprano, acostate en un horario que permita hacerlo.
-Consumí productos que corten el sueño. Comer caramelos o tomar café cada 3 o 4 horas ayudan a mantener en alerta los sentidos.
-Evitá hacer todo el viaje de noche. Muchos prefieren manejar de noche para evitar el calor o un mayor tránsito, pero después de cierto tiempo sin luz es muy probable que aparezca el sueño.