“El veganismo es una ideología alimentaria, que consiste en excluir de la alimentación productos que vengan de los animales, puesto que parte de una filosofía del respeto a estos seres vivos”, explicó Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco.
“Entre sus adeptos, algunos se pusieron la etiqueta de flexiveganos, de lunes a viernes comen ensalada y el fin de semana, carne. No es muy coherente actuar de esta forma si realmente crees en la ideología que mueve el veganismo o consideras que la cría industrial de los animales es perjudicial para el medio ambiente”, opinó Aranceta.
¿Pero qué pasa con la salud? El experto opina que sería más razonable complementar la dieta vegana con pescado para asegurar que no se sufre ninguna carencia nutricional.
Con todo, el mayor inconveniente de llevar una alimentación alternativa es cuando tienes hijos. “A ellos no les preguntas si quieren ser veganos y es algo que les viene impuesto. Para poner en práctica una dieta como esta se necesita tener una gran cultura nutricional”, remarcó.
A su vez, también se corre el riesgo de “medicalizar la alimentación”, al tener que recurrir a suplementos para suplir los déficits nutricionales. .
En cuanto a la silueta, ¿ayuda a adelgazar? “Comer más vegetales es una vía para el -peso normal respecto a la estatura y también para tener una mejor composición corporal. Sin embargo, ser vegano no te asegura al 100 % librarte del sobrepeso o de la obesidad porque la susceptibilidad genética también juega su papel”, indicó el especialista en Nutrición.
Pero atentos, porque este plan puede acarrear riesgos en niños, adolescentes y tercera edad. Aranceta advirtió que las personas en crecimiento y desarrollo “podrían ser ovolacto-vegetarianas (no comen animales, pero sí lácteos, huevos y miel), pero sus padres necesitarían consultar al pediatra o a un profesional en Nutrición para que pueda decir si van por buen camino”.
Mientras que a partir de los 70 años, “practicar el veganismo conlleva riesgos, porque los nutrientes no se absorben igual que cuando se es más joven. Además, la maquinaria funciona de manera menos eficiente. Si aun así se elige esta dieta, es necesaria la tutela de un profesional para saber qué incluir”, concluyó.