Un directivo del gigante chino de las telecomunicaciones Huawei y un exoficial de seguridad polaco fueron arrestados en Polonia, acusados de espionaje en beneficio del gobierno de Beijing.
Ambos sospechosos, identificados por medios locales como Piotr D. y Weijing W., fueron detenidos y acusados de cooperación con los servicios especiales de China, cargo por el que podrían condenarlos con hasta 10 años de prisión.
"Los detenidos fueron acusados de espionaje contra la República de Polonia", señala la información de la televisión pública polaca, que alerta que los materiales encontrados por los servicios de seguridad mostrarían que ambos "actuaron en beneficio de los servicios especiales chinos".
Según indicaron desde la justicia, ambos permanecerán bajo arresto durante un plazo de al menos tres meses.
Oficiales de la Agencia de Seguridad Interior de Polonia (ABW) allanaron en Varsovia las oficinas locales de Huawei y de otra empresa de telecomunicaciones, Orange, en la que Piotr D., es jefe adjunto del departamento de Seguridad.
El Gobierno chino se mostró "muy preocupado" por el arresto y una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró que Beijing solicitó un "trato justo acorde con la ley y la protección efectiva de las partes".
"China está muy preocupada por este caso. Pedimos al país en cuestión que trate este caso conforme a la ley y de forma imparcial, y que garantice estrictamente los derechos e intereses legítimos de la persona concernida", declaró la diplomacia china en un comunicado enviado a la AFP.
El miedo de EEUU sobre las empresas chinas
El escándalo con la empresa asiática sigue creciendo. El pasado 1 de diciembre, la ejecutiva Wanzhou Meng, la hija del fundador de Huawei, fue detenida en el aeropuerto de Vancouver por pedido de Estados Unidos.
La mujer, liberada bajo fianza días más tarde, fue acusada por las autoridades estadounidenses de fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos a Irán, lo que ha sido negado por la directiva china.
Washington desconfía de la tecnología china porque teme que Beijing obligue a compañías como Huawei a ayudar a las autoridades a obtener acceso a secretos industriales y otra información confidencial.
La combinación de leyes y los antecedentes de espionaje aumentaron el peligro percibido por varios países de usar compañías como Huawei y ZTE en infraestructura nacional crítica.
En 2018, Estados Unidos anunció restricciones para que estas empresas compitieran por contratos en su territorio y más tarde prohibió a funcionarios del gobierno o militares usar teléfonos de estas compañías chinas.