Una costumbre que tenemos muy arraigada es la de guardar en la heladera comida que nos ha sobrado. Pero no todos los alimentos pueden guardarse en un tupper de plástico. El motivo es que contienen sustancias que, en contacto con este, pueden alterar su sabor y su bienestar.
Huevos crudos y derivados
Se recomienda que evites almacenar los huevos y sus derivados (mayonesa, tortilla de patatas poco hecha, etc.) en este tipo de recipiente. Son muy delicados ya que si se contaminan con ciertas bacterias puede aumentar el riesgo a padecer salmonelosis o Ecoli.
Carnes procesadas
La carne picada y alimentos similares, al ya haber pasado un proceso previo, puede perder sus propiedades y estropearse de forma más fácil. Por ello, no solo puede ser que su sabor se vuelva más insípido sino que, también, puede producirte alguna complicación estomacal (ardor de estómago, acidez, indigestión) ya que no están 100% en buen estado.
Las sopas calientes
Lo que tenemos que evitar es verter el contenido cuando esté demasiado caliente. Es importante dejar enfriar la sopa antes de volcarla en el tupper de plástico y, solo cuando esté fría, podrás meterlo en la heladera. De lo contrario, es más que probable que la receta se estropee y su sabor se vuelva más agrio y desagradable.
Si lo hacés cuando está caliente, puede ser que el tupper empiece a soltar sustancias que puedan alterar el bienestar de la receta, así como su sabor.
Derivados de los lácteos
Aquí se incluye una gran variedad de ingredientes como la leche, los quesos, los yogures, la mantequilla, etcétera. Por ello, es recomendable que no lleves en tupper comidas como pasta a la carbonara (contiene nata) ya que este ingrediente, al calentarse con el plástico, podría cortar el lácteo y producirnos problemas digestivos o dolores estomacales.
Ensaladas con condimento
En general, las hojas verdes que incluimos en las ensaladas no suelen asimilar muy bien que estén resguardados en tuppers de plástico porque se les corta el oxígeno y se estropean más rápidamente. Pero, todavía soportan menos, que las guardes con la salsa
Si la guardás con aceite y vinagre harás que, poco a poco, las hojas de la ensalada se pongan más blandas, por tanto, perderán ese toque de frescura y naturalidad.