Más de las tres cuartas partes de los tres días de la prueba son nuevos o regresan después de varios años de ausencia. Sólo se conservan dos tramos a partir de 2018, pero estos serán más cortos.
Porto-Vecchio, que acogió la llegada en 2016 y 2017, será el telón de fondo de la ceremonia de salida el jueves por la noche, y la acción competitiva del viernes se mantiene en el sur de la isla con un bucle de tres tramos, con un total de 60,91 km.
Estas especiales se disputan dos veces sin asistencia, excepto una zona de montaje de neumáticos para gomas nuevas en el punto medio. El bucle consiste en la nueva especial de Bavella (17,60 km), una versión modificada de Valinco de 25,94 km, 15,66 km más corta que la última vez que se disputó en 2015, y una nueva llamada Alta-Rocca (17,37 km).
El sábado, la acción se traslada a un territorio más familiar en el norte para otro bucle de tres tramos, esta vez dividido por una asistencia en el aeropuerto de Bastia.
La etapa comienza con Cap Corse (25,62 km), una versión corta y rebautizada de la especial Cagnano-Pino-Canari del año pasado, y continúa con el tramo Désert des Agriates (14,45 km). Completa la etapa la nueva especial de Castagniccia, la más larga del Rallye, con 47,18 km.
Dos etapas conforman el programa del domingo, con Eaux de Zilia (31,85 km) que precede a la etapa de 19,34 km de potencia del lobo de Calvi, que finaliza en las afueras del centro de Calvi. La ceremonia del podio tendrá lugar en la ciudad.
En total, el itinerario cuenta con 347,51 kilómetros de competición, recorridos en 14 etapas especiales.