Multifcético, pero sobretodo buena persona asi de simple lo definen aquellos que lo conocieron. Siempre con su nariz de payaso y su sonrisa contagiosa, de esa manera se lo recuerda al "Trompa" González.
Tal como lo definen desde la web del Centro Cultural Provincial se fue un artista que, desde su percepción única del arte, hacía brotar universos nuevos de su bolsillo. Hacedor de historias tan variadas como las risas que hizo floreces. Generoso atrapador de colores, pedazos de arcoíris que buscaba para compartir, sin guardarse nada ni pedir algo a cambio.
Insaciable creador a caballo, con ruedas, con alas o saliendo de cajas de sorpresas: un enhebrador de carcajadas y narices rojas que vivía el mundo como escenario a sabiendas que el arte es el hilo invisible que permite respirar y da sentido.
Actor de dilatada trayectoria brindó su talento en varias agrupaciones teatrales ,en las más recordadas en La Tramoya y el Teatro La Abadia. También junto a su hermano Facundo fueron responsables de los talleres de Teatro en barrio Chalet.
No hubo uno de los espacios culturales de la ciudad que no lo despida sin admiración y narices coloradas: