"Trasfondo" es el nombre de la muestra que reúne fotografía digital, objeto fotográfico y sonido que propone el fotógrafo Raúl Cottone para las salas del Museo de Arte Contemporáneo, Bv. Galvez 1578. La inauguración será el jueves a las 20 con entrada libre y gratuita.
En distintos formatos y escalas, se expondrán fotografías donde lo real y lo irreal juegan y dialogan entre sí. Utilizando la técnica de la perspectiva forzada, una cabina telefónica al estilo inglés en miniatura como objeto y como fondo el paisaje, genera una ilusión optica que hacen de la fotografía una obra de arte. Asimismo, a nivel conceptual lo que se pone en relieve es la comunicación y la incomunicación, los ruidos, sonidos e imágenes que intervienen en la vida cotidiana.
La entrada es libre y gratuita. La muestra permanecerá montada hasta el 30 de junio, y se puede visitar de martes a viernes de 9 a 13 y de 16 a 20 y los sábados y domingos de 17 a 20.
Proceso creativo
Este trabajo comenzó a tomar forma conceptual a mediados de año 2013, "después de darle forma a las primeras ideas, hubo que conseguir la cabina telefónica, tarea que no resulto nada fácil de encontrar, ya que telefonía publica prácticamente desaparecio. Tras varios intentos, pude encontrar alguna maqueta en escala que me podría servir para mi propósito", explica Raúl Cottone.
Los desafíos de este trabajo fueron varios, el artista se propuso realizar el trabajo de campo con tomas hechas con una cámara compacta, como "demostración que la idea es tan importante como la tecnología" y también poder encontrar escenarios donde se resalte el objeto fotográfico y su significado.
"Mi deseo para esta serie, es además del juego estético entre lo real y lo irreal, sea metafóricamente una reflexión sobre la incomunicación, los llamados no respondidos, las esperas y las desatenciones", concluyó.
El arte de comunicar
Dice J. M. Taverna Irigoyen: "A Raúl Cottone le alcanza imaginar para que el efecto crezca más de lo que intenta. Le alcanza y sobra una cabina telefónica color rojo londinense, en la cual escucha una distancia hecha de sonidos. Una cabina en la cual asoma cierto personaje sin palabras. Una cabina roja que juegue a hacer contactos".
"Estas cabinas telefónicas sugieren más allá del tema. Sin duda. Apuestan a una dimensión casi onírica, surrealista, como si hubieran viajado de quién sabe dónde para llegar acá. Estas cabinas tienen mensaje (palabra que ya no se usa) y sólo basta abrirles la puerta para que la ceremonia se complete".