Un regreso que despierta viejos fantasmas. Hegemónico esta temporada en la Fórmula 1, el equipo Mercedes recordará que no es infalible, este fin de semana en el Gran Premio de Austria, en el que la escudería alemana vivió el año pasado una carrera desastrosa.
Todo había comenzado bien para sus dos coches, posicionados en la primera línea. Pero por la primera vez desde su regreso a la categoría reina en 2010, las Flechas de Plata sufrieron un doble abandono por causas mecánicas, problema hidráulico para Valtteri Bottas y de presión en la gasolina para Lewis Hamilton.
"Esta carrera nos ha recordado con crueldad a qué velocidad las cosas pueden degenerar en nuestro deporte y el hecho de que el rendimiento y la fiabilidad no se pueden separar", señaló el director de Mercedes Toto Wolff.
Su equipo, un reloj suizo que ha ganado las ocho carreras disputadas este curso, incluyendo seis dobletes (quedar primero y segundo), tiene como peor plaza el cuarto puesto de Bottas en Canadá.
Tiene 140 puntos de ventaja sobre Ferrari en la clasificación de constructores. Hamilton, que llega a Austria tras cuatro victorias consecutivas, lidera la clasificación de pilotos con 36 puntos de ventaja sobre su compañero finlandés, segundo, y 76 con Sebastian Vettel, tercero.
"No hay que complacerse e ignorar que, en los dos últimos fines de semana, nuestros mecánicos han tenido que hacer el equivalente a cirugías a corazón abierto en nuestros coches.
Hemos tenido que resolver algunos problemas que nos podían haber hecho abandonar", avisó Wolff. "Por lo que en Austria no tenemos toda la confianza del mundo, sabemos que podemos tener un fin de semana complicado", añadió Hamilton, recordando que las temperaturas cercanas a 30 grados pueden pesar.
Ferrari, la hora de reaccionar
Pero si no hay incidentes, es difícil imaginar otro panorama que no sea un triunfo de Mercedes. Ferrari busca mejorar el rendimiento tras los desarrollos establecidos en el Gran Premio de Francia, la semana pasada.
"Todavía no tenemos el ritmo para ganarles. Debemos entender por qué nuestro viernes ha sido tan complicado, algunas nuevas piezas no funcionaron como esperábamos", dijo Vettel, séptimo en la clasificación y quinto en la carrera en Francia.
La urgencia se hace sentir en uno de los periodos más densos del calendario. El Gran Premio de Francia y el de Austria se encadenan en dos semanas, en el primer back-to-back de la temporada, con otras tres citas (Gran Bretaña, Alemania y Hungría) antes de la tregua estival de agosto.
"Estamos contentos de regresar a la pista tan rápido porque es la mejor manera de desafiarse de nuevo para intentar comprender lo que no salió como estaba previsto en Francia", señaló el jefe de Ferrari Matti Binotto, añadiendo que nuevos elementos serán introducidos en los monoplazas este fin de semana. Como consolación, el monegasco Charles Leclerc encontró en Francia el camino del podio, tercero tras Bottas.
El debutante además se permitió el lujo de amenazar al finlandés en las últimas vueltas de la carrera. En las numerosas rectas del Red Bull Ring, donde se disputa el Gran Premio de Austria, la escudería italiana puede soñar con volver a subir al cajón gracias a su punta de velocidad, donde debería tener ventaja sobre Red Bull, que juega en casa.