Desde el 18 de mayo, noche en la cual la provincia reabrió las puertas de La Casa de la Cultura, tras la imponente obra que le devolvió su esplendor, más de 10 mil santafesinos ya pudieron visitarla, fotografiarla y disfrutar de los detalles ornamentales y arquitectónicos de esta emblemática casona patrimonial.
Por este motivo y ante la expectativa de muchos santafesinos que aún no la pudieron recorrer, La Casa
de la Cultura (Bv. Gálvez y Güemes, Santa Fe) también estará abierta durante julio.
Los horarios de visita serán todos los sábados y domingos, entre las 15:30 y las 18:30hs y los viernes 12
y 19, en el mismo horario. Durante la primera hora, se ofrecerá una visita guiada, en grupos que no superen las 50 personas. La entrada es gratuita.
UNA CASA CON UN SIGLO DE HISTORIA
El edificio, inaugurado en el año 1910, representa un exponente del patrimonio arquitectónico y cultural
de los santafesinos, único en su tipo.
El edificio fue construido por encargo de Manuel Luciano Leiva, hijo de Luciano Leiva, quien fuera gobernador de la provincia entre los años 1892 y 1896. Luego, la casa fue adquirida por el gobernador Rodolfo Lehmann, quien la ocupó en el período comprendido por los años 1916 – 1919, convirtiéndola en su residencia familiar. Aquella ocupación le dio el nombre al edificio con el cual aún hoy se lo identifica (Casa de los gobernadores).
Posee tipología de chalet suburbano francés, emplazado en un amplio terreno sobre el bulevar Gálvez, también de estilo francés. Fue el sinónimo y símbolo de la representación social de las clases altas y dominantes en el escenario político y económico de la época.
En 1924, la casona señorial fue adquirida por Lorenzo Molina, quien residió en el lugar hasta 1942, fecha
en que la vendió al gobierno de la provincia.
En 1990 se modificó la asignación funcional de las acciones encomendadas para la adecuación edilicia,
transfiriéndolas a la esfera de la gobernación.
Además, se constituyó el edificio como sede de la Casa de la Cultura de la ciudad de Santa Fe.
Durante la década del 90’, bajo la dirección del inolvidable “Flaco” Rodríguez, la casona se abrió como
espacio cultural y durante años, cobijó memorables propuestas artísticas. El teatro santafesino escribió
algunas páginas de su rica historia en este espacio, entre las que se pueden mencionar las puestas de
Julio Beltzer y la performance que hizo el elenco de “La Cantante Calva” dentro de la casa junto a los fotógrafos Hugo y Eduardo Pascucci, de la cual participaron cientos de santafesinos, por citar sólo algunos ejemplos.
En 1998, el edificio, considerado como exponente del patrimonio arquitectónico y cultural de los santafesinos, único en su tipo, fue declarado Monumento Histórico y Cultural de la Provincia.
A mediados de los años 2000, el estado provincial decidió cerrar la casa porque tenía un deterioro
estructural que ponía en peligro a las personas que trabajaban o asistían a los eventos culturales.
Tras la preciosista restauración y la incorporación de moderno equipamiento, la Casa de la Cultura se
convierte en la sede central del ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe.