Dos errores en la plataforma WhatsApp web, descubiertas hace un año y que aún permanecen activas, permiten manipular los mensajes de texto para simular que fueron escritos por otra persona o para modificar su contenido.
La compañía de ciberseguridad israelí Check Point participó en el evento de ciberseguridad Black Hat 2019, donde expuso dos vulnerabilidades presentes actualmente en el protocolo de encriptación de WhatsApp.
La primera de las fallas permite utilizar las menciones a otros mensajes en un chat grupal para cambiar la identidad de la persona que lo escribe, seleccionando incluso contactos que no se encuentran en el grupo.
La segunda, permite alterar el texto de otra persona cuando se escribe una respuesta citando otro mensaje. De esta manera, es posible cambiar lo escrito y poner en su boca algo que el usuario no haya dicho. Esta vulnerabilidad permite incluso manipular una conversación entera y enviarse textos a uno mismo en un chat con una persona haciéndose pasar por otra.
Ambos problemas están presentes en la versión web de WhatsApp y residen en la manera en que se gestiona el acceso a las cuentas a través del escaneo de códigos QR y en el sistema de claves públicas y privadas que utiliza, que tiene lugar antes de que se genere el código de acceso.
Estas fallas de seguridad tienen lugar a pesar de los mecanismos de encriptación de extremo a extremo con los que cuenta la aplicación. Pueden utilizarse para generar rumores y noticias falsas, según alertó la empresa.
Para demostrar estos problemas, Check Point desarrolló un exploit en el que invirtió la encriptación de WhatsApp, y que les permite acceder a toda la información encriptada que se intercambia entre los usuarios.
Aunque la compañía de ciberseguridad alertó a la aplicación en agosto del pasado año 2018, las vulnerabilidades aún están presentes en el servicio.