En las últimas horas, en las redes sociales empezaron a circular fotos de Luciano Castro completamente desnudo y esto no es la primera vez que pasa con algún famoso. El contenido comenzó a viralizarse a través de WhatsApp, Telegram, Facebook, Twitter e Instagram.
La intimidad ajena no es un producto que pueda regalarse, venderse ni mucho menos, utilizarse como arma arrojadiza. Se trata de un derecho fundamental del que se toma responsabilidad nada más sentir su peso en las manos. Poco importa si se es o no consciente al ultrajarlo, pues el desconocimiento de la ley no exime del deber de cumplirla. Lamentablemente, a veces la inconsciencia de apropiarse de la privacidad de terceros termina de una forma irrevocable.
En caso de que se difunda material íntimo sin autorización, se puede solicitar legalmente que eliminen esas fotos o videos de los sitios en los que se publicaron. El artículo 16 de la ley 25.326 de Protección de Datos Personales establece que deben darlo de baja dentro de los 5 días hábiles a partir de la denuncia.
Tal como ocurrió en otros casos, la difusión de las imágenes de Castro fue inmediata y masiva. Por eso vale preguntarse si es es posible condenar a todos los usuarios que las compartieron en las redes. Si bien es inviable 'culpar' a todos por la difusión y viralización de las fotos, en la práctica se trata de lograr una sentencia ejemplificadora. Es decir, que la Justicia se expida al menos por un caso de todos los que colaboran con la difusión".
¿Qué pasa cuando te llegan fotos intimas por WhatsApp?
Borralas porque podés tener un problema. Hay agravantes, como por ejemplo si se trata de un menor de edad o si hubo un vínculo afectivo.
La pornovenganza, un problema a nivel mundial
La difusión de fotos o videos íntimos sin consentimiento viene creciendo en los últimos años y se convirtió en un problema a nivel mundial. "En el 2018 hemos trabajado con casi tres mil chicos de diferentes colegios y en ninguna división hemos visto que este tema no sea emergente, siempre hay alguien o algún conocido victima", indica Lucia Fainboim, pedagoga y directora de Faro Digital, una ONG especializada en la construcción de ciudadanía en el mundo digital.
"No podemos saber qué es lo que hace que un contenido se difunda o se viralice más que otro, no hay reglas claras respecto a esto. Lo mejor siempre es pensar antes de publicar algo nuestro o sobre otra persona, porque si realmente después eso se empieza a difundir y esa persona o nosotros no queríamos que eso suceda es imposible frenarlo", recomendó Fainboim.