En el año 2017, los editores de los diccionarios Oxford catalogaron el término ‘fake news’ como palabra del año. ¿Cuál es su significado? David Alandete, periodista y autor del libro ‘Fake news: la nueva arma de destrucción masiva’, las define como noticias falsas en las que prima un contenido erróneo y que siguen una estructura y elementos periodísticos similares a las de una información veraz.
La generación de este tipo de contenidos es normal en los tiempos que corren pero se acrecientan aún más en un momento de gran impacto político debido a las elecciones nacionales, y cada vez se hace más difícil identificar estas fake news tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Esta dificultad, hace que las fake news tengan un 70% más de probabilidades de volverse virales que una noticia real, ya que las primeras cuentan con dos condimentos: la novedad y la sorpresa.
"Si algo es súper novedoso y sorpresivo, es el primer freno que tenemos que meter a la hora de consumir esta información y chequear", explicó Maximiliano Macedo, especialista en seguridad informática, a través de El Cuarto Poder.
Para aprender a identificar estas noticias falsas y evitar que se sigan propagando sobre todo en redes sociales que no tienen moderación, el especialista brindó cuatro consejos básicos, que tienen que ver con tratar a cada información con "amor".
¿Por qué "amor"? Justamente porque cada letra de esta palabra representa una de las herramientas a las que hay que prestar atención para no caer en este tipo de falsedades. Empecemos:
- La (a) tiene que ver con preguntarnos siempre si la noticia tiene un autor o es anónimo, es decir, si efectivamente alguien se hizo cargo del mensaje que nos llega.
- La (m) está relacionada con preguntarnos qué dice el mensaje: un chequeo simple de la información que recibimos nos puede salvar de seguir propagando noticias falsas. Con copiar parte de este mensaje en Google y averiguar dónde o quién lo generó, vamos a tener un parámetro para saber si es real o falso.
- La (o) hace foco en la oportunidad: analizar si ocurrió algo alrededor de ese hecho que te están contando y que lo hace tan novedoso que permita que eso se difunda con facilidad. Los casos de Santiago Maldonado, el ARA San Juan y cuestiones políticas sirvieron para la proliferación de fake news alrededor de estos hechos.
- Finalmente, la (r) de responsabilidad: ¿qué hacemos cuando, a través de estos pequeños filtros, notamos que la noticia no es real? ¿La compartimos igual? Es importantísimo entender que al compartir estos contenidos, estamos siendo responsables de la desinformación.
Además, de estos cuatro consejos básicos y fáciles de aplicar, Macedo indicó que a la hora de consumir información en contextos políticos, hay que desconfiar de todo lo que circula por redes. Principalmente porque, por ejemplo Whatsapp no tiene ningún tipo de moderación sobre lo que se comparte o reenvía, y porque existen además grupos de personas (trolls, militantes) que llegan a distribuir mentiras con el objetivo de "sacar la miseria" del adversario.
Finalmente, Macedo expresó que la mejor manera de cuidarnos de este tipo de males 3.0 es "generar pensamiento crítico en los consumidores de información": "La información que nos llega, en vez de sentarnos a chequear, tomamos todo como real, lo compartimos, nos indignamos y no nos importa si es real, sino lo que nos genera. Ahí hay que apuntar, con educación hay que protegernos mejor", concluyó.