El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, afronta la mayor crisis de su gobierno tras acabar con más de 40 años de subsidios a los combustibles, en lo que constituye un paso más en la dirección contraria a la política de su predecesor, Rafael Correa.
Claudio Fantini, analista internacional, indicó a través de El Cuarto Poder que justamente lo que está pasando en Ecuador tiene una gran significación y son realidades superpuestas: la mas visible, es la del Correísmo y el Anticorreísmo.
Pero la paradoja de toda esta crisis es que Lenín Moreno culpabiliza de toda la rebelión a Rafael Correa, que tendría como objetivo hacer que caiga el gobierno actual para "zafar" de los problemas que tiene con la Justicia.
"Lo que dice Lenín Moreno uno lo tiene que poner entre comillas, ya que su propia historia le quita credibilidad. Culpa de todo lo malo que le ocurre al gobierno anterior, pero él fue parte. Moreno fue vicepresidente de Correa en el 60% de las 2 gestiones que hizo: fue un hombre clave, al punto de que Correa lo escoge como su candidato y gana la elección por esto", analizó.
Pero al mismo tiempo que Lenín Moreno acusa a Correa de los levantamientos populares, este último permanentemente manda mensajes desde Bélgica "tirando fósforos para que se incendie todo en Ecuador". "No creo que Correa sea el autor de lo que está pasando, pero está actuando para que todo esto termine en la caída del gobierno de Lenín Moreno", sostuvo Fantini.
Este enfrentamiento, dice el analista, tiene detrás una mayor: la de los dos Ecuador. Un país con dos caras que cada tanto confrontan: el "país de la montaña" tiene por corazón a Quito y el centro de la burocracia estatal, con componente indigena muy fuerte; y el "país de la costa" que tiene por corazón a Guayaquil, cuya sociedad es mucho más blanca y europea en cuanto a su componente étnico y una vitalidad económica diferente. "Cada tanto sus proyectos son contradictorios y chocan", explicó.
"La política ecuatoriana es muy traumática, y se está viviendo una de esas esporádicas explosiones que se dan por el choque de estos dos países. Son realidades superpuestas que no se sabe como va a hacer el país para salir adelante", dijo Claudio Fantini.
Lo cierto es que Lenín Moreno empezó con un tono muy beligerante y después lo fue bajando y está buscando una salida negociada, aunque el analista considera que el presidente ecuatoriano "difícilmente pueda dar marcha atrás en la quita de subsidios a los combustibles, lo que hizo detonar esta semana volcánica que vivió Ecuador".