“Por estas horas los elementos revelan que hubo, de algún modo, un golpe de Estado, pero el presidente tiene una inmensa responsabilidad de lo ocurrido”, dijo el analista internacional Claudio Fantini, al evaluar la renuncia de Evo Morales a la primera magistratura de Bolivia, en medio de una crisis social e institucional.
Fantini recordó que la deriva de Morales “comenzó hace dos años, cuando Evo Morales comenzó a buscar su cuarto mandato”.
“Se detonó un caos que ya no se pudo controlar”, dijo Fantini al programa El Cuarto Poder. También calificó de “enchastre” la última elección presidencial que derivó en el caos actual.
Sin embargo, destacó la actitud de Morales de anunciar este fin de semana la convocatoria a una nueva elección y la designación de un nuevo Tribunal Supremo Electoral, siguiendo el dictamen de la OEA.
“Evo Morales había dado los pasos que tenía que dar para apaciguar a la sociedad, convocó a un diálogo a la oposición. Tarde, pero estaba dando pasos en dirección correcta”, expresó.
Para el analista cordobés, la situación este domingo “genera un vacío inmensamente preocupante”.
Además, puso reparos sobre la principal figura opositora en Bolivia: “Luis Fernando Camacho es un ultraconservador que profesa un fundamentalismo religioso, una versión boliviana de (el presidente de Brasil, Jair) Bolsonaro”, advirtió.
“Bolivia esta en las puertas de un caos muy peligroso porque la oposición que provocó la caída con extrema violencia no son demócratas ni moderados. Bolivia puede caer en manos de una dirigencia fanática, extremista y violenta”, remarcó Fantini.