Luca Cordero di Montezemolo, que fue máximo responsable y presidente de Ferrari entre 1975 y 2014, habló en 'Sky Sport Italia' sobre la actualidad de la 'Scuderia' tras un año convulso, con altibajos, que se recordará por la eclosión de Leclerc (dos victorias y siete poles), el paso atrás de Vettel (una victoria), la tensión entre ambos compañeros y la irregularidad de un monoplaza descompensado, con mucha velocidad punta pero insuficiente carga aerodinámica.
El exdirigente, de 72 años, insta a Ferrari a aclarar quién es su número uno: "Cuando Lauda estaba con Regazzoni, Lauda era más rápido y ganó dos Mundiales, y luego perdió otro por medio punto en Japón. Luego Schumacher estuvo con Barrichello, Irvine o incluso Massa, que eran pilotos capaces de ganar carreras y sumar muchos puntos, pero estaba claro que Schumacher era el número uno. No era nuestra decisión, lo decía el cronómetro. En general, algo de claridad siempre es necesario". Una filosofía que comparte con Binotto, como ya defendió desde el verano en este medio.
"Leclerc es capaz de ganar y queda en el recuerdo un número importante de poles este año, puede convertirse en un fuera de serie. Pero ha habido momentos con un impacto negativo para el equipo, porque los pilotos deben saber que no corren para sí mismos, porque entonces tendrían que hacer su propio equipo, y eso se lo dije una vez a Barrichello", subraya el italiano, consciente de que 'Seb' y Charles son "dos caballos de carreras que quieren ganar, y en esas circunstancias se puede pensar más en uno mismo que en el equipo. Es una gran responsabilidad para Binotto y el equipo, un tema delicado".
Sobre Vettel: "Debe estar tranquilo y confiar en su capacidad, que es enorme. Y debe mantener un diálogo muy abierto con el equipo. Los finales de contrato son años delicados, pero en los años recientes ha mostrado ser rápido y antes o después tiene que aparecer el número uno". Y en cuanto a la escudería y su decepcionante temporada: "Esperaba que este campeonato fuese mejor viendo las premisas de los test de invierno. Ferrari no ha ganado el Mundial, y eso es importante, pero sobre todo no se ha llegado con opciones a las últimas carreras. Tengo malos recuerdos de campeonatos perdidos en la última carrera, pero al menos se mantenían las posibilidades de ganar. En 2018 el coche fue más competitivo que en 2019. Hubo problemas de fiabilidad, también de estrategia y gestión de carreras y pilotos".