Debido al aumento de la tensión en el Oriente Medio surge la necesidad de intensificar la recopilación de la información para garantizar la seguridad de las embarcaciones japonesas", explicó en rueda de prensa Taro Kono, ministro de Defensa de Japón.
El destructor Nakamichi y un Lockheed P-3 Orion de patrulla estarán cumpliendo su misión en el golfo de Omán, la parte norte del mar Arábigo y el estrecho de Bab el-Mandeb.
El avión se dirigirá a esta región el 11 de enero, tendrá por base Yibuti y después del 20 de enero empezará a cumplir las tareas encomendadas, las que compaginará con el patrullaje antipiratería en el área de Somalia.
El destructor saldrá de Japón el 2 de febrero y acometerá el cumplimiento de su misión en la segunda mitad de febrero.
El ministro también informó que la operación podría durar un año, para cumplirla fueron atraídos 260 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, los que tienen la autorización para usar armas solo con el fin de proteger los barcos nipones en el caso de surgir una situación imprevista.
La zona de patrullaje no incluirá el estrecho de Ormuz y el golfo Pérsico. Japón tomó está medida restrictiva para no ensombrecer sus tradicionales relaciones de amistad con Irán.
En el presupuesto japonés de 2020, para el patrullaje en el golfo de Omán se asignan 4.700 millones de yenes (cerca de 43 millones de dólares).
El 3 de enero, un ataque de EEUU con un avión no tripulado en Bagdad asesinó al general Qasem Soleimaní, comandante de la Fuerza de élite Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, y a un importante líder de la milicia chií iraquí.
El 8 de enero Irán bombardeó instalaciones militares usadas por EEUU en Irak en represalia por el asesinato de Soleimaní.