En la era de las redes sociales, es muy poco probable que una persona (cualquiera sea su edad) no posee un perfil en Facebook, Instagram, Twitter y, en el caso de los más jóvenes, Tik Tok. Sin embargo, exponer constantemente cada actividad que se lleva a cabo tiene sus consecuencias.
La reciente serie de Netflix You refleja esta problemática a la perfección. En la primera temporada, un joven bibliotecario aparentemente normal, conoce a una aspirante escritora y despliega su verdadera faceta de “stalker”, de acosador virtual, en otras palabras. Los datos que publica Beck en su perfil le da las herramientas necesarias a Joe para poder saber más de ella y seguir cada uno de sus movimientos. Suena aterrador, pero es algo que en la vida real podría pasarle a cualquiera.
En este sentido, los usuarios deben tener en cuenta que el uso de las redes sociales debe tener sus límites sobre todo si de datos privadas se trata.
Una última investigación de Isao Echizen del Instituto Nacional de Informática de Japón reveló qué datos privados no se recomienda compartir en las redes sociales y en Internet en general. Según informó en diálogo con la BBC no se recomienda mostrar las huellas digitales en la web.
Tampoco se debería publicar los destinos de las vacaciones, pues cualquiera podría saber dónde estás en ese preciso momento.
A pesar de que la mayoría que es un dato ya más bien público, la fecha de cumpleaños no es algo que todos deberían saber. Sabiendo esto un ladrón informático podría cometer un fraude con suplantación de identidad.
Uno de los datos privados más importantes que ningún usuario debería compartir son el número de teléfono y fotografías de hijos o menores.