Pero es raro ver esta bebida jugando un papel tan importante en el resultado así como en las celebraciones. Eso es exactamente lo que les pasó a Thierry Neuville y Nicolás Gilsoul cuando salieron del Rallye Guanajuato de México en 2014.Al salir del tramo del El Brinco, los belgas celebraron el tercer lugar. Con un litro de Corona, un patrocinador del evento, pensaron en hacer estallar la tapa y rociarla sobre el i20 World Rally Car que acababa de hacer historia en Corea.
Se lo pensaron mejor y decidieron, en cambio, devolver la cerveza a los chicos. Pensaron que la botella sería un símbolo de su éxito. Poco sabían cuánto apreciarían esa decisión.
A los pocos minutos de comenzar el viaje de 33 km de regreso a León para el final ceremonial, Neuville notó que la temperatura del motor subía rápidamente. En algún momento de la última especial, algo había dañado el radiador, dejando un pequeño agujero para que el refrigerante se vaciara.
VIDEO: NEUVILLE'S BOOZE CRUISE
"Podríamos llenar el depósito", dijo Neuville, "no hay problema, tenemos todas las cosas con nosotros en el coche para arreglarlo, pero luego tenemos que volver a llenar el radiador con agua".
No había agua.
"Pero había cerveza", dijo con una sonrisa. "Le quitamos la tapa y la vertimos. Después de eso, condujimos un rato y la temperatura todavía subía. Intentaba no estresarme, pero fue un momento difícil cuando pensábamos en el primer podio del equipo.
"Nos detuvimos de nuevo y añadimos más cerveza. Después de conducir un poco más y la temperatura no subía tanto, entonces supe que estaría todo bien
Esa botella de Corona allanó el camino para algunas celebraciones duramente ganadas, con el i20 sólo habiendo golpeado una rueda en las pruebas 235 días antes.
Entonces el director del equipo, Michel Nandan, estaba encantado, diciendo: "Cuando llegamos aquí sabíamos dónde estábamos por los test y que no habíamos hecho mucho trabajo a gran altura. Lo mejor que esperábamos era el quinto lugar. Es increíble pensar de dónde venimos desde hace 12 meses".
Y todo ese trabajo duro, esfuerzo y recompensa se redujo finalmente a un litro de cerveza.