El ministro de Justicia de Brasil, el ex juez Sérgio Moro, renunció hoy al cargo tras acusar al presidente Jair Bolsonaro de querer intervenir la Policía Federal para tener "acceso a investigaciones" judiciales, abriendo la mayor crisis política a poco más de un año del inicio de la gestión del polémico mandatario y en medio de la pandemia de coronavirus.
"El presidente quería tener acceso a las investigaciones", dijo Moro ante la prensa en Brasilia al anunciar su explosiva renuncia, concretada luego de que Bolsonaro echara esta mañana sin consultarlo al comisario que él había designado jefe de la Policía Federal, Mauricio Valeixo.
Moro, famoso por haber encarcelado al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción antes de las elecciones de octubre de 2018, elogió a los gobiernos del Partido de los Trabajadores, la agrupación de Lula, por haber mantenido la autonomía de la Policía Federal, al contrario de Bolsonaro.
Es el segundo ministro que cae en ocho días en Brasil, tras la expulsión del titular de Salud, Luiz Mandetta, en medio de la pandemia de coronavirus.
Cacerolazos contra Bolsonaro
Cacerolazos para exigir la renuncia del presidente brasileño se registraban hoy en barrios centrales de ciudades como San Pablo, Río de Janeiro, Salvador, Recife, Paraná y Porto Alegre, tras la dimisión del ministro de Justicia, informó la prensa local.
El dólar avanzaba 2,7 por ciento cotizado a 5,67 reales, el mayor nivel de la historia, mientras que el índice Bovespa de la Bolsa de Valores de San Pablo caía más del 5 por ciento tras la renuncia de Moro, que abre la mayor crisis política en Brasil desde que Bolsonaro llegó al cargo, en 2019.
Analistas del mercado financiero citados por la prensa local dijeron que "cayó una de las dos Torres Gemelas del gobierno", en relación a Moro y al ministro de Economía, Paulo Guedes, considerado un superministro pero opacado por el ala militar en los últimos días.
Los cacerolazos habían sido registrados por última vez la semana pasada, con la salida del ministro de Salud, Luiz Mandetta, echado por Bolsonaro en plena pandemia de coronavirus.