El gobierno español volvió a vetar, por segunda semana consecutiva, que la Comunidad de Madrid avance junto con el resto del país en el levantamiento de las medidas de confinamiento impuestas por el brote de coronavirus, una decisión que provocó un fuerte choque con las autoridades regionales.
"Se arruinan nuestros comercios y cada semana perdemos unos 18.000 empleos", se quejó la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, del conservador Partido Popular (PP), tras asegura que "no hay explicación técnica" que justifique la decisión de "paralizar" Madrid.
"Estamos preparados. Madrid ha cumplido", escribió Ayuso en Twitter tan pronto el Ministerio de Sanidad informó que la comunidad continuaría en "fase 0" aunque con menores restricciones en el comercio, al igual que Barcelona y varia zonas de Castilla y León.
Cerca del 70% de la población se encontrará ya en "fase 1" a partir del próximo lunes, instancia en la que se permite la apertura de los espacios exteriores de bares y restaurantes, comercios y reuniones de hasta 10 personas. Además, algunas islas pasarán a la "fase 2", en la que pueden abrir los interiores de los bares, cines y centros culturales.El epidemiólogo Fernando Simón, principal asesor del gobierno en la crisis del coronavirus, destacó que la evolución de Madrid "es muy buena", pero debe "consolidarse" tras haber sido el epicentro de la pandemia en España, pues un rebrote afectaría a todo el país.
Simón reconoció que hubo una "discusión importante" con las autoridades madrileñas y que el trabajo realizado era "excelente", pero añadió que todavía la situación no ofrece las garantías para pasar de fase, especialmente por las dificultades para realizar diagnósticos de forma precoz y rastrear los posibles casos.
"Cumplíamos y se han opuesto. Están condenando a miles de madrileños a la ruina y destruyendo el motor económico de España", afirmó por su parte el vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, en línea con Ayuso.
Según Aguado el gobierno español tomó una "decisión política y no técnica", puesto que "no han presentado ni un solo argumento que justifique que no podamos pasar de fase".
A partir del lunes, en Madrid y Barcelona podrán reabrir los comercios minoristas sin cita previa y con una ocupación limitada. Deberán mantener medidas de distanciamiento e higiene, algo que, según el gobierno, permitirá ir reactivando poco a poco la economía.
Por otro lado, en pleno proceso de levantamiento gradual de las medidas de confinamiento, el gobierno español prorrogó las restricciones impuestas a los viajes "no imprescindibles", tanto desde países fuera de la Unión Europea como los del propio espacio común Schengen hasta el 15 de junio.
La extensión de la medida que limita los movimientos transfronterizos coincide también con la entrada en vigor de controles de temperatura, y la obligatoriedad de que todos los pasajeros que lleguen desde el extranjero cumplan una cuarentena de 14 días.
Los únicos extranjeros que podrán arribar durante el próximo mes son los residentes en España u otro país de la UE, o quien cuente con un visado de larga duración, y los trabajadores transfronterizos, según la nueva orden publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
El blindaje de las fronteras se mantiene para limitar las posibilidades de un rebrote después de dos meses de aislamiento de la población bajo estado de alarma para contener el coronavirus, que ya causó 27.459 muertes.
España volvió hoy a la senda descendente en cuanto al número de muertes, tras registrar 138 fallecidos en las últimas 24 horas, una cifra que rompe con el leve repunte de los últimos cuatro días.
Por el contrario, el número de contagios sigue al alza, con 549 casos más, aunque este ligero incremento se mantiene dentro de los márgenes de las oscilaciones de la pandemia en su tendencia descendente.
Desde que comenzó la pandemia, España detectó 230.183 casos de coronavirus, de los cuales 144.783 ya superaron la enfermedad, según el último balance del Ministerio de Sanidad español.