A partir del martes próximo los franceses volverán prácticamente a la normalidad con la apertura de bares y restaurantes o la eliminación del veto a los desplazamientos, luego de verificar una fuerte mejora en los índices de contagios y muertes por el nuevo coronavirus.
"La libertad, finalmente, volverá a ser la regla y la prohibición será la excepción", dijo el premier francés, Edouard Philippe, al presentar el plan de desconfinamiento del país tras la pandemia.
"El virus sigue presente en todo el territorio, pero su velocidad de propagación está en este momento bajo control. Estamos donde esperábamos encontrarnos a final de mayo incluso un poco mejor de lo que esperábamos", destacó Philippe.
Después de dos meses de confinamiento en Francia y tras una apertura inicial a partir del 11 de mayo, el Ejecutivo aplicará ahora medidas más relajadas, reseñaron las agencias de noticias EFE y Ansa.
A excepción de la región parisina y los territorios ultramarinos de Guayana y Mayotte, que se quedan en alerta naranja con ciertas restricciones, toda Francia pasará a partir del 2 de junio a ser "zona verde".
La medida más esperada es sin duda la reapertura de bares, cafés y restaurantes en zonas verde, aunque con precauciones como la obligatoriedad de llevar mascarilla, una distancia de un metro entre las mesas, grupos máximos de diez personas y la prohibición de consumir de pie.
En cambio, las zonas más afectadas, entre ellas París, sólo podrán ver el martes la reapertura de terrazas y también con restricciones.
Reabren además parques y jardines a partir de este mismo fin de semana en todo el territorio y, desde el día 2 de junio, museos y monumentos, donde será obligatorio el uso de mascarillas o barbijos.
Philippe anunció el fin de la limitación de desplazamientos en Francia en un perímetro de 100 kilómetros, disposición con la que pretendían controlar la circulación del virus entre territorios con mayor o menor incidencia de casos.
Mientras, las fronteras nacionales permanecen regidas por el principio de reciprocidad entre países de la Unión Europea hasta al menos el próximo 15 de junio.
En cuanto a las escuelas, se confirma la reapertura general en todo el territorio a partir del 2 de junio con el progresivo retorno de los alumnos de enseñanza secundaria, siempre en grupos máximos de 15 estudiantes, aunque el Ejecutivo ha anulado totalmente las pruebas orales de acceso a la universidad.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, insistió en que la reapertura de los centros es un asunto de urgencia social "y más en período de crisis".
Tras más de 28.600 muertos en Francia desde el inicio de la epidemia -66 en las últimas 24 horas- y algo más de 180.000 casos positivos, el gobierno se apoya sobre todo en los datos de los bloques de cuidados intensivos en hospitales, que han bajado de la barrera de los 2.000 pacientes en las UCI, lo que aún así supone el 30% de la capacidad total de estas unidades.
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, detalló también que las pruebas de detección de infección están ofreciendo resultados en menos de 36 horas, lo que permite ampliar el número de test realizados y constatar que "hay menos enfermos y menos casos de contagio".
El gobierno insistió en que las medidas son reversibles y podrían ser desactivadas si se registran nuevos repuntes, sobre todo cuando aún no está claro si la tendencia a la desaparición del virus es temporal o no.
Para ello, recomendó a los ciudadanos hacer uso de la aplicación "StopCovid", no exenta de polémica, que permitirá al ciudadano saber si ha estado en contacto con personas infectadas. El primer ministro insistió en que el Ejecutivo francés no guardará la geolocalización de los usuarios ni tendrá acceso a sus datos privados.