Pese a ser el quinto país con más infectados de coronavirus en el mundo y de haber sumado cerca de 10.000 en las últimas 24 horas, India comenzará mañana la primera fase de su reapertura gradual.
"Todos los restaurantes, centros comerciales y lugares de culto abrirán a partir de mañana", ratificó hoy en conferencia de prensa el jefe de gobierno de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, según la agencia de noticias EFE.
No obstante y fiel al plan propuesto por el gobierno nacional, Kejriwal prometió que mañana reabrirá las fronteras de la capital, que fueron cerradas para evitar la llegada de pacientes de regiones vecinas y la saturación del sistema sanitario capitalino.
La pandemia golpeó fuerte la capital, pero no desbordó su sistema público, como en el estado de Maharashtra, del que es capital la financiera Bombay.
En solo diez días, este estado dobló sus números hasta alcanzar los 83.000 casos y 2.969 muertes, lo que desbordó todas las capacidades públicas de atención.
Pese a este escenario, el gobierno nacional indio decidió reactivar paulatinamente su economía, que ya venía sufriendo una profunda desaceleración en los últimos dos años y que quedó totalmente paralizada en marzo por las medidas de confinamiento.
A partir de mañana, las personas y los bienes ya podrán circular con libertad y algunas tiendas podrán reabrir.
Además, se redujo el toque de queda que regía entre las 19.00 y las 7.00 horas, y a partir de ahora, solo durará de 21.00 a 5.00 de la madrugada.
Los centros educativos, los vuelos internacionales, el subte, los cines, gimnasios, centros culturales y estadios deportivos quedaron relegados para la segunda y tercera fase, cuyas fechas aún no se conocen y dependerán, en gran medida, de cómo funcione la primera fase que comienza mañana.