La EPP nació en la década del 90 en el norte feudal de Paraguay, tiene toda la presentación de una guerrilla (bandera, discurso marxista. Lenininsta y una propuesta de reforma agriaría) pero nunca llegó a tener un tamaño importante. Los servicios de inteligencia estiman que como mucho tiene 50 combatientes, fuertemente armados y que fueron instruidos militarmente por las FARC (hace algunas décadas cuando eran lideradas por Tiro Fijo). Aquel vínculo no solo le dejó capacitación militar sino que le dio un método: el secuestro extorsivo.
Tal es la escasa cantidad de combatientes que se estima que las niñas que fueron asesinadas la semana pasada eran hijas de dirigentes de este grupo. En respuesta a estos asesinatos en combate, este grupo secuestró al ex vicepresidente Óscar Dénis (quien llegó a este cargo tras la destitución de Fernando Lugo).
Los guerrilleros pidieron que la familia distribuyera bolsa de alimentos entre los indígenas, las hijas de Denis lo hicieron y anoche obtuvieron una prueba de vida con la liberación de un empleado que estaba secuestrado también.
Claudio Fantini, analista internacional de LT10, sostuvo que “no se descarta que este grupo estén custodiando a algunos dirigentes de la FARC que no aceptaron la entrega de las armas en Colombia, no se descarta el vínculo con narcos brasileros y con estos secuestros, le avisan a la región y al mundo que todavía existen”.