A partir del aislamiento social preventivo y obligatorio hay un marcado aumento del tiempo que estamos expuestos a las pantallas. Celular, computadora, televisión o tablet, todas estas fuentes de luz tienen un efecto directo sobre la visión, con un deterioro progresivo como consecuencia.
El conjunto de sensaciones molestas que se presentan cuando pasamos mucho tiempo con la vista fija en una pantalla se denomina Síndrome Visual Informático. El riesgo de sufrir el síndrome es del 70% en usuarios de pantallas. No es una afección grave en el corto plazo, pero si no se toman precauciones a tiempo, es probable que impacte en la salud visual.
Este fenómeno tiene una explicación: cuando pasamos mucho tiempo mirando fijo una pantalla, el número de parpadeos por minuto baja al 50%.
La película lagrimal es una estructura muy compleja, constituida por cientos de subsistencias. Su función básicamente es la de proteger el ojo externo y permite que este se mantenga lubricado, mejorando la calidad visual.
Signos de este problema
La alteración de la frecuencia en el parpadeo se suma a otros síntomas de este Síndrome Visual Informático:
- Ojo rojo
- Visión borrosa
- Fatiga ocular
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño
- Posible ceguera intermitente
- Cefalea.
A la vez, otros problemas asociados al tiempo excesivo que pasamos frente a las pantallas:
- Problemas posturales
- Alteraciones del sueño.
Para mitigar el posible deterioro de la visión y poder disfrutar nuestro tiempo de trabajo y de descanso en casa, el especialista brinda una serie de recomendaciones:
Consultá periódicamente al médico oftalmólogo, no solo para descartar patologías sino también que a menudo, la simple prescripción de un anteojo o un filtro alivia los síntomas del paciente.
- Configurá el tamaño de letra, de brillo y de contraste,
- Parpadeá con regularidad.
- Tomate tiempo de descanso de acuerdo a la regla 20 minutos de pantalla, 20 segundos de descanso, fijaten la vista en un punto a 20 pies de distancia (6 metros aprox.)
- Distancia. Hay una distancia correcta para el uso de dispositivos. Lo ideal es que estén por debajo de nuestro eje visual y a 50 centímetros de distancia de nuestros ojos como mínimo.
- Postura. Afecta y potencia el Síndrome Visual Informático. La clave es mantener la espalda siempre apoyada en el respaldo para que se genere un ángulo de 90 grados entre nuestra espalda y muslos.