Los orzuelos son pequeñas protuberancias que aparecen en los párpados muy parecidas a los granos o espinillas porque contienen pus y causan mucho dolor.
Estos bultos rojizos muy dolorosos aparecen en el borde de los párpados, muy cerca de la base de las pestañas, debido a una obstrucción en las glándulas sebáceas que permite que las bacterias como el estafilococo se multipliquen, ocasionando estas protuberancias.
Existen dos tipos, los que aparecen en la base de las pestañas y los que se encuentran en el interior del párpado. El externo es causado por una infección en el folículo piloso, mientras que el interno por una infección que se presenta en la glándula de meibomio, la cual se encarga de segregar aceites naturales para mantener hidratados los párpados.
También los podemos identificar por los siguientes síntomas:
– Hinchazón en los párpados
– Lagrimeo constante
– Enrojecimiento, sensibilidad y dolor en el borde del párpado
– Sensación de una “basurita” en el ojo
– Punto amarillento en la zona inflamada (pus)
Si el orzuelo se produce en la parte interna, en algunos casos los síntomas pueden estar acompañados de fiebre o escalofríos.
Aunque sabemos que son incómodos, se pueden reventar por sí solos en un lapso de dos a cuatro días, pero si el enrojecimiento y la hinchazón se propagan más allá del párpado, lo ideal es que consultes con tu médico de inmediato.
Aplicá un paño tibio sobre el ojo cerrado durante unos cinco o diez minutos varias veces al día, esto ayudará a que madure, se rompa y drene el pus, pero si esta técnica no te ayuda y tampoco desaparece al paso de los días, deberás acudir con un especialista para que lo drene.
Para evitar que aparezcan, no toques tus ojos si no te has lavado las manos. Si te maquillás, es importante desmaquillarte con agua micelar, ya que si usás aceite de coco o cualquier otro tipo de aceites, estos podrían obstruir las glándulas sebáceas de los párpados y causar los orzuelos.
No utilices cosméticos viejos o caducados. Si usás lentes de contacto, lavate bien las manos antes de manipular las lentillas. Si te apareció uno, ni se te ocurra reventarlo.