En Colón crece la expectativa por saber si Luis Rodríguez estará el próximo lunes para iniciar la pretemporada. Esto después de las declaraciones que hizo en un medio tucumano, donde enfatizó la que "la intención es dejar el club", generando un importante sacudón, cuando se pensaba que su estadía en Santa Fe podía extenderse incluso hasta diciembre.
Sin embargo, había aspectos que tienen a disgusto a Pulga, que ya busca "nuevos objetivos". El tema es que tiene contrato hasta junio y, por más que la dirigencia tenga buena predisposición, la idea salir airoso. Hay sondeos, pero no ofertas concretas. Esto se debe a que los equipos esperan que el jugador salga con el pase en su poder para evitar pagar por un préstamo o compra.
Colón está en su derecho de solicitar algo a cambio, pero todo cambiaría en caso que exista una deuda, que sería tal. Entonces la historia marcha ahí para otro rumbo. Pero cuando de negociaciones se habla, el presidente José Vignatti es bastante minucioso y, tal como sucedió con Leonardo Burián, que quiso irse hace un año, logró torciendo la historia. Más que nada, porque para lograrlo debía poner "cierto monto", pero escapaba a sus posibilidades y se terminó quedando.
Hoy Rodríguez pasó a ser la pieza codiciada del mercado de pases, pero todos esperan que sea a costo cero y desde el lado sabalero pretenden por lo menos algo a cambio. Por eso, la semana que viene será clave para la definición de este tema. Pulga está firme en su postura de no volver, pero en Santa Fe la tónica también se mantiene. ¿Cómo será el desenlace?