Esta mañana, un hombre salió de su casa en plena lluvia, se subió al auto junto a sus hijas para llevarlas a la escuela y luego ir a su trabajo como lo haría un día normal. Lo prendió, puso la marcha atrás y no llegó muy lejos.
Cuando se bajó del vehículo se encontró con que le faltaba la rueda trasera del lado del acompañante. Incluso los delincuentes le habían dejado colacado el gato con el que hicieron las maniobras para hacerse de la rueda.
Sin embargo, no pudo eludir la responsabilidad de que tenía que ir a trabajar y llevar a sus hijas al colegio, así que dejó el auto en el lugar y se tomó un taxi.
El robo se produjo en la madrugada frente a una vivienda de Avenida Galicia al 1.600.