Un grupo de ambientalistas continúan paralizando las obras del nuevo Aulario de la UNL, que están en un terreno contiguo a la reserva de la UNL.
Por esta situación, la empresa COEMYC no puede continuar con las obras y los trabajadores nucleados en UOCRA están pasando un momento muy complicado porque desde hace una semana no cobran sus salarios (ya que las obras están suspendidas).
Recordemos que la semana pasada la UNL realizó una presentación voluntaria ante el Ministerio de Ambiente de la provincia donde se acredita que el Aulario de Costanera Este no está en la Reserva Urbana, que el edificio de arquitectura sostenible no afecta al bosque nativo y que no existe argumento para evaluar una recategorización ambiental de la obra.
El delegado de los trabajadores de la UOCRA, Nicolás Godoy, sostuvo por el móvil de LT10 que hay 70 familias que desde hace una semana no pueden trabajar y esto significará que no podrán cobrar sus salarios.
Por su parte, Ariel Perren, jefe de Obra de la empresa COEMYC manifestó que “la reserva no se toca en esta obra. Inclusive se le cedieron más terrenos a la reserva para que esta obra tenga un menor impacto”.
Además, Perren agregó que la empresa está perdiendo mucho dinero porque tiene máquinas alquiladas que no puede utilizar por este conflicto y que evalúan hacen una presentación judicial.
Desde el sector de los ambientalistas, Gabriela Ferrer, sostuvo que “le estamos pidiendo a la UNL que cese las obras y que se reubique en otro lugar el edificio. A la provincia le pedimos que se recategorice la obra porque fue mal categorizada como de bajo impacto ambiental”.
La postura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNL
El decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNL Sergio Cosentino manifestó por LT10 que el terreno donde se va a construir el aulario no es parte de la reserva y el proyecto que se va a llevar a cabo es fruto de un concurso nacional que fue destacado por su diálogo con la naturaleza y su incorporación de arquitectura sustentable.
Además, agregó que a partir de este edificio se abrirá este espacio a la comunidad para que lo pueda recorrer y disfrutar. El edificio sólo ocupa el 10% de este terreno que tenía como fin infraestructura universitaria.
La postura de la provincia
El gobierno provincial informó el viernes pasado que el proyecto del Aulario fue autorizado por la municipalidad de la ciudad de Santa Fe ya que se ajustaba a su reglamento de ordenamiento urbano y al reglamento de edificación vigente.
El proyecto fue evaluado por la Dirección General de Desarrollo Sustentable del ex Ministerio de Medio Ambiente de la provincia y fue categorizado como de bajo impacto ambiental (Disposición DGDS N° 37/2017).
Las actuales autoridades provinciales mantienen conversaciones permanentes con todos los actores involucrados convencidos de la importancia de la participación ciudadana ambiental, respetando el marco legal e institucional.