La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, la NASA, identificó a un asteroide nombrado Bennu y advirtió que podría impactar contra la Tierra, aunque las probabilidades continúan siendo bajas.
Según indicaron, las probabilidades de que el asteroide impacte pasaron de ser de 1 en 2.700 a 1 en 1.750 en el próximo siglo o dos. Los científicos tienen ahora una mejor idea de la trayectoria de Bennu gracias a la sonda espacial de la NASA Osiris-Rex, tal como explicó Farnocchia.
“En general, la situación ha mejorado”, comentó el científico. No obstante, advirtieron que el día más peligroso será el 24 de septiembre de 2182.
“No deberíamos preocuparnos demasiado por eso”, comentó Davide Farnocchia, científico del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, con sede en el Laboratorio de Propulsión a Chorro, en Pasadena, California, y quien fue el autor principal del estudio.
Ahora, esta sonda espacial se dirige hacia la Tierra tras recoger muestras del gran montón de escombros giratorios del asteroide. La sonda recopiló suficientes datos en dos años y medio para ayudar a los científicos a predecir mejor la trayectoria orbital del asteroide en el futuro. Las muestras llegarán recién en 2023.
Bennu tendrá un encuentro más cercano con la Tierra en el año 2135, cuando pase a la mitad de la distancia que hay con la Luna. La gravedad de la Tierra podría modificar su trayectoria futura y ponerlo en curso de colisión con nuestro planeta para después del 2200, lo que es menos probable ahora según las observaciones del Osiris-Rex.
“Si Bennu chocara con la Tierra no acabaría con la vida, como pasó con los dinosaurios, sino que crearía un cráter de entre 10 y 20 veces el tamaño del asteroide”, dijo Lindley Johnson, directora de defensa planetaria de la NASA. El área de devastación sería mucho mayor: de hasta 100 veces el tamaño del cráter.