Este jueves se celebra un nuevo Día Nacional de la Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad causada por el consumo de alimentos contaminados con la bacteria Escherichia Coli, productora de toxina Shiga (STEC), que puede generar insuficiencia renal y afectar a distintos órganos del cuerpo.
“La bacteria puede encontrarse en la carne, en frutas y verduras, en la leche o lácteos sin pasteurizar e incluso en el agua, si no es potable”, advirtió la licenciada en Nutrición, Paula Sofía Giusti, del Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires. “También puede transmitirse de persona a persona, por el contacto con las manos, si no se toman medidas de higiene adecuadas”, agrega su colega, Andrea Landa.
El Síndrome Urémico Hemolítico afecta a niños y niñas menores de cinco años principalmente, pero también a embarazadas, adultos mayores y personas con su sistema inmunológico debilitado. Es la primera causa en nuestro país de insuficiencia renal aguda en lactantes y niñas y niños pequeños, y la segunda causa de enfermedad renal crónica. Algunos de sus síntomas son: diarrea (generalmente con sangre), dolor abdominal, vómitos, convulsiones y anemia.
No hay tratamiento específico para esta enfermedad pero sí puede prevenirse, por ello el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires recomienda:
- Lavarse las manos con agua y jabón, antes de estar en contacto con los alimentos, después de ir al baño o de cambiar pañales.
- Cocinar las carnes completamente. Prestar particular atención a que esté bien cocida, tenga color homogéneo y no desprenda jugos. La bacteria se destruye a los 70ºC.
- Evitar el consumo de carne picada en menores de 5 años.
- Evitar la contaminación cruzada, separando los alimentos crudos de los cocidos y utilizando distintos utensilios para cada uno.
- Conservar los alimentos en heladera o freezer.
- Descongelar las carnes en la heladera.
- Lavar con agua potable y desinfectar las frutas y verduras: 3 gotas de lavandina apta para agua por litro, durante 10-15 minutos, y luego enjuagar.
- Consumir agua potable y ante la duda hervirla cinco minutos o clorarla con dos gotas de lavandina apta para agua por litro, dejándola reposar por media hora.
- Conservar la cadena de frío de los alimentos.
- Elegir siempre leche y lácteos (quesos, yogures) pasteurizados. Lo mismo al consumir jugos de frutas, que estos sean pasteurizados.