Fue un duro golpe el que sufrió Unión frente a Vélez en el José Amalfitani de Liniers, no tanto por la derrota, que fue ante uno de los mejores equipos del país sino por la forma en la que se dio.
Es que el Tatengue llegaba de dos victorias consecutivas, ante Godoy Cruz y Argentinos, respectivamente, y necesitaba de otra más para meterse de lleno en la pelea por ingresar a las copas internacionales de 2022.
Pero la realidad es que Unión estuvo lejos de ser un rival a la medida de Vélez, que lo superó desde el primer minuto de juego y en el segundo tiempo pudo reflejar en la red la gran superioridad futbolística.
En el centro de la polémica quedó Juan Azconzábal, quien cambió sistema y nombres en relación a las dos últimas victorias, apuesta que dejó en evidencia que no fue la adecuada.
Encima de cara al partido ante Estudiantes, del próximo miércoles 15 de septiembre, no podrá contar con Franco Calderón, quien fue expulsado por doble amarilla y tendrá para una fecha de suspensión.
Allí radica el primer cambio, donde todo indica que Azconzábal vuelve a la línea de cinco defensores se podría inclinar por Juan Carlos Portillo, aunque no habría que descartar a Dylan Gissi y que el misionero tenga un lugar en la mitad de la cancha.
Además, el DT evaluará qué interprétes colocar en la mitad de la cancha y en la ofensiva, donde los puestos que más en duda están son los que ocuparon Gastón Comas, Mauro Pittón y Marco Borgnino.
El plantel tatengue retomó este jueves desde las 10 las prácticas en Casasol, modalidad que repetirá el viernes, sábado, lunes y martes, en tanto que el domingo a la misma hora pero en el estadio 15 de Abril será la práctica formal de fútbol, donde habrá más certezas sobre el plan que tiene pensado el Vasco para enfrentar a Estudiantes.