Flavia Palmiero regresó con fuerza a la pantalla chica el año pasado con el desafío de jugar con las ollas y las sartenes en MasterChef Celebrity. Una aventura que permitió disfrutar de su simpatía y naturalidad en otro ámbito, en otro escenario disímil.
La famosa reconoció en diversos capítulos del reality que recibió el asesoramiento de su hijo Gianmarco Battelini, a quien describió como un chef eximio, de sabiduría total en el arte de la cocina. Sí, el joven de 27 años le enseñó cientos de secretos culinarios.
Ahora, la incógnita se posó en los motivos que influyeron para que el heredero de Flavia disponga de tantos conocimientos. De ese modo, brotó a la luz, recientemente, las circunstancias de la vida que encarrilaron a Gianmarco a esta pasión.
Resulta que Battellini siempre se enamoró de los programas de cocina, pero principalmente la razón se vincula con su salud, con un trastorno congénito que lo llevó a tener que cuidar su alimentación, con muchísimo detalle para evitar secuelas en su cuerpo.
En una entrevista con la Revista Hola, Gianmarco abrió su corazón y describió sin filtros la problemática que lo atañe: “Siempre cociné para mí, para alimentarme de manera sana, porque de nacimiento tengo una enfermedad en el colon por lo que necesito una dieta especial”.
El entusiasmo creció en el joven, que desde los siete años se arrojó a la aventura de cocinar sus propios platos, y en un momento de la adolescencia procuró combinar el deporte y los gustos por lo dulce. “Hasta que me metí de lleno a aprender pastelería proteica –con alta proteína, baja en azúcar y gluten– porque siempre me gustó la práctica deportiva, y esa era una manera de combinar las dos cosas, cocina y deporte”, contó.
Detallista, estudioso, Gianmarco continuó con su inquietud de sumar aprendizaje y llegó a una conclusión, que se vincula con alimentarse con lo necesario y lo más sano posible. “Tenía que hacer más con menos, que tenía que lograr que la comida fuera funcional. Es decir: que cada vez que ingiero un alimento, ese alimento tiene que tener una función en mi cuerpo y no solo satisfacer el hambre”, expresó.
A la hora de transmitir su meta en este mundo fascinante de la cocina, el hijo de Flavia Palmiero encontró una definición exacta y sostuvo: “Ese fue mi gran objetivo: hacer la comida lo más combustible que sea posible”.