En la ciudad de Santa Fe y localidades cercanas (Santo Tomé, Llambi Campbell, Emilia y Monte Vera) la sobrepoblación en dependencias policiales ronda el 250%.
Así lo advirtió la titular del Servicio Público Provincial de Defensa Penal, Jaquelina Balangione, quien por LT10 especificó que en las comisarías de la región hay 362 presos alojados en 106 plazas realmente disponibles. De esos 362, indicó, 174 están sospechados de delitos contra la integridad sexual. Asimismo, 12 de las mencionadas dependencias no están habilitadas para albergar personas, y sin embargo así ocurre.
“Las comisarías no tendrían que tener presos”, evaluó la funcionaria. “Están en los barrios para prevenir y neutralizar el delito. Pero al estar abocadas a cuidar internos, como no tienen las medidas de seguridad de una cárcel, no pueden estar cumpliendo con el servicio que tienen que cumplir”. Más adelante, completó: “no debería haber nadie albergado pasando prisión preventiva ni condenas dentro de comisarías porque los lugares (para eso) son los penales (Las Flores, Coronda, Piñero), pero como también están desbordados, cuando los jueces disponen la pérdida de libertad de una persona se los envía a través de la policía y los ubican en comisarías”.
Mientras tanto, con la sobrepoblación se generan graves problemas: peleas entre internos y entre ellos y los uniformados, inconvenientes con los vecinos por las fugas y disturbios los días de visita. Además, falta comida, personal y elementos mínimos como colchones, ya que los recursos se destinan según el número previsto de alojados. Así, en El Pozo, por ejemplo, hay 11 personas pero lugar, y recursos, para cinco.
A todo ello se suma que las unidades penitenciarias de Las Flores, Coronda y Piñero ya están hacinadas, y en las mismas faltan agentes.
Por eso, aunque enumeró algunos ejes para comenzar a trabajar para paliar la problemática, Balangione admitió: “esto no tiene una solución a corto plazo”.