El plantel de Unión de vacaciones, pero Gustavo Munúa demoró su vuelta a Uruguay para escuchar a Unión. Más que nada, en torno a su futuro, ya que la dirigencia pretende que siga, atendiendo a que termina su contrato a fin de año. Está claro que hay muchas complicaciones, sobre todo económicas, para que esto pueda cristalizarse, pero no se quiere tirar la toalla antes de tiempo y se agudiza el ingenio para intentar prorrogar este proyecto.
Por lo que pudo saber Diez en Deportes, dentro de la comisión directiva no habría unanimidad, ya que algunos piensan que hay ciclo cumplido, pero el presidente Luis Spahn y la secretaría técnica piensan que lo mejor es apostar a una continuidad. Fue así como ya se le habría hecho una propuesta inicial de un año. Es decir, hasta diciembre de 2023.
Las primeras sensaciones fueron buenas, pero todavía falta para pensar en que está todo listo para que el charrúa siga en el cargo. Hay otros aspectos generales que se deben también abordar y haría demorar un poco todo, pero hubo aspectos auspiciosos que elevan la expectativa.
Inicialmente la idea de Munúa era buscar nuevos horizontes. Ni hablar por las restricciones que hay en Argentina por el dólar, pero luego fue tomando otras sensaciones, como desafíos y exigencias. Sin embargo, está también el armado del plantel. En Unión, donde en todo momento se apuesta por una administración equilibrada, las erogaciones por incorporaciones no son recurrentes, por lo que pensar en grandes nombres sería extraño. Esto podría ser un condicionante –pero no determinante– para la postura final del orientador uruguayo.
Quedaron en seguir dialogando, pero Unión ya hizo el primer movimiento firme. ¿Seguirá Munúa?