El fútbol es cambiante en la mayoría de las facetas. Sobre todo en cuanto proyectos y negociaciones. Cuando parece que algo está decretado, de golpe puede virar hacia otro lado. Así podría decirse que pasa con Gustavo Munúa que, tenía prácticamente un pie fuera y ahora, tiene muchas chances de seguir.
De todas maneras, se trata de transmitir cautela. El club hizo el primer movimiento proponiéndole un año más de contrato, es decir hasta diciembre de 2023. Lógico, armando una estructura desde lo económico para tentarlo producto de las restricciones con el dólar en Argentina que son un dolor de cabeza para afrontar las obligaciones con los extranjeros.
El charrúa demoró su viaje a Uruguay porque quería escuchar lo que tenían para decirle. La idea que tenía era este fin de semana partir, con por lo menos algo avanzado, ya sea por el sí como por el no. Unión no tendría un plan B, ya que apunta todo a que se quede Munúa.
Éste también ve con buenos ojos permanecer en Santa Fe, ya que siempre notó respuestas en el plantel y porque piensa que hay un grupo con mucho potencial. Factores que lo seducen. Por ahora, no tendría nada firme de afuera y por eso duda. Unión mientras tanto no se apura, tanto es así como todavía no hay fecha de vuelta a las tareas.
Es probable que esta semana que arranca pueda arrojar novedades, pero la realidad es que el escenario es muy cambiante y todavía hay posibilidades para que Munúa siga al frente del Rojiblanco.