Luego de un ciclo, Unión deja Kappa para pasar a ser vestido por KDY. No se pudo sostener el primer acuerdo producto de las complicaciones de importar material por el dólar y por eso, hubo que empezar a escuchar otras alternativas. Fue así como apareció esta marca con fábrica propia en Berazategui, Buenos Aires.
Todavía no es oficial, pero el presidente Luis Spahn lo dio a conocer en sus últimas declaraciones. Un acuerdo por un año, con opción a otro, pero con una meta importante: apostar a tener una ropa propia.
Lógico que para esto se necesita de la adquisición de máquinas para la confección, además del espacio físico. Una inversión que actualmente escapa a las posibilidades, pero que se enfoca a que pueda darse a corto plazo. Sería una forma también de dar un salto de calidad y ahorrarse unos buenos mangos, más allá del costo inicial.
Mientras tanto, Unión le abre las puertas a KDY, que prometió stock y un suculento monto económico.