Mateo Carignano es uno de los jóvenes con mayor proyección en la Asociación Santafesina. Con apenas 14 años, este todoterreno de 184 centímetros fue clave para el cetro local y la corona provincial que alcanzó con Gimnasia y Esgrima en 2022.
Reponiendo fuerzas junto a su familia, el hijo del histórico goleador de Colón, recordó que “empecé a jugar en Bases de Rafaela cuando mi viejo jugaba en Atlético, después vinimos a Santa Fe y arranqué con fútbol en La Martineta, para luego sumarme a la UNL. Era centrodelantero hasta que en medio de la pandemia me sumé a Gimnasia y me enamoré del básquet”.
Más adelante, admitió que “me invitó mi amigo Pedro Trento, que sigue jugando al fútbol también en UNL. Hoy el básquet es mi vida. Por la lesión de Feliciano Rodríguez me probaron de base, en U16 por altura alterné entre el cuatro y cinco, pero me gustaría moldearme de tres”.
Carignano y el Mensana clausuraron un 2022 en alto nivel, ganando el segundo torneo Oficial y la Liga Provincial de manera invicta. “Salimos campeones en U13 a fines de 2021 pero nos relajamos y por eso quedamos afuera en semifinales en el primer torneo de U14. No era por acá, nos dijimos, Empezamos un camino nuevo, con mucho trabajo, compromiso y disciplina de los 15 que formamos el plantel. Sin la tarea de Gustavo (Eggel) no habría sido posible”, disparó.
Cuando dejó su opinión del certamen doméstico, Carignano subrayó que “me gusta mucho el torneo local, es muy competitivo y no te podes relajar. A nivel provincial igual, incluso tuvimos un reglamento con zona y presión que nos fuimos adaptando sobre la marcha”.
Por talento, talla y corta edad, el joven mensana es candidato a estar en la órbita de equipos locales y también del exterior. Al respecto, apuntó: “Hace poco que arranqué pero quiero dedicarme a esto, quiero ser profesional, llegar lo más lejos que se pueda. Tengo parte de mi familia viviendo en Europa y estoy tramitando la nacionalidad italiana”.
El hermano de Alma e hijo de Melisa, dejó un párrafo especial para el club que le pemitió desarrollar sus cualidades: “Estoy eternamente agradecido a Gimnasia y no me alcanzaría el tiempo para devolverle todo lo que me dio. Puedo ser yo, hay muy buena gente, un nivel de compañerismo muy grande, eso lo califica con un estilo de familia. Es mi vida y un club hermoso, ojalá otros tengan la posibilidad de transitar un club como Gimnasia”.
Antes de su despedida, Mateo le dedicó unas sentidas palabras a su papá César, alguien que llegó muy lejos en el profesionalismo con el fútbol: “Estuvo conmigo desde el principio que llegué al básquet, me apoyo y nunca me exigió, me dio libertad para que hacer lo que necesitaba en cada momento. Siempre presente con mi mamá, aprendía cosas de él como él de mí. Es muy lindo tener un padre que acompañe y aconseje”.