El 31 de diciembre, Unión perdió la posibilidad de comprar el 70% del pase de Santiago Mele. Una situación que copó gran parte de la agenda durante el receso. El impedimento de girar dólares atentó con la intención de Unión y por eso, el arquero retornó a Plaza Colonia, dueño de su pase, donde difícilmente continúe, porque no pueden costear su salario.
El tema está en que, finalmente, no hay ofertas por él –como el gerente Carlos Manta dijo más de una vez– y por eso, la dirigencia solicitó un nuevo préstamo, que fue rechazado rápidamente. Ahora, su precio sería mayor a los 750.000 dólares del inicio.
Mientras los directivos charrúas esperan una propuesta del exterior (se habló en su momento de River e Independiente), el Tate no quiere tirar la toalla y, por lo que pudo saber Diez en Deportes, haría un último intento, ya que entra dinero por la venta de Juan Ignacio Nardoni a Racing. El tema a dilucidar es por una cesión más alta o bien, comprando una parte de la ficha.
Gustavo Munúa ya dejó en claro que quiere otro arquero; la secretaría técnica le indica que está Marcos Peano, al que el técnico no quiere. Entonces ante estas diferencias, se vuelve por Mele, que es el deseo de todos en Unión. A esperar.