La imagen que reflejó el final del clásico santafesino fue con un grupo de hinchas que se acercaron hasta el banco de los suplentes y le pidieron a Gustavo Munúa que se vaya, haciéndolo responsable del pobre nivel del equipo, y que no se haya podido quedar con la victoria ante un Colón que llegó de punto al 15 de Abril.
En lo que va de la Liga Profesional, Unión sigue sin poder ganar, ya que empató sus dos partidos de visitante ante Banfield y Barracas Central, en tanto que de local sufrió un duro revés ante el recién ascendido Instituto, y ayer no pudo pasar del empate frente a Colón.
Los números hace mucho tiempo que le dan la espalda a Munúa, más allá que se le reconoce haberse hecho cargo de un proyecto donde el fin fue potenciar a los jóvenes del plantel para venderlos en millonarias cifras, como ocurrió con Gastón González primero, y con Juan Ignacio Nardoni y Juan Carlos Portillo en el último mercado de pases.
Unión dejó pasar una gran chance de ponerse de pie contra el adversario de toda la vida, para estirar su ventaja en el historial y para encaminar una campaña a la que cuesta aventurarse un buen final, ya que lo que demuestra el equipo genera bastante poca expectativa. Es más, en el final el equipo de Munúa estuvo cerca de quedarse con las manos vacías.
Lo concreto es que ahora el Tatengue visitará a San Lorenzo, mientras que luego recibirá a Estudiantes, en dos partidos que serán trascendentales para la continuidad de Munúa, ya que más allá que se le reconocen muchas cuestiones que tienen que ver con la identidad de juego y el poner muchos jóvenes en Primera División, está claro que le caben las generales de la ley.
De hecho, de los últimos 20 patidos, Unión solo consiguió ganar dos (Sarmiento y Arsenal, ambos en el 15 de Abril), mientras que empató ocho y perdió 10. Y su campaña, desde que asumió en el tramo final de 2021, no llega al 40% de los puntos en disputa.