Nuevamente quedó refrendado que el fútbol se rige por resultados y, más allá de su confianza y ganas, el crédito de Marcelo Saralegui terminó en Colón. Ni el empate en el clásico le alcanzó, ya que la dirigencia ya tenía decidido que no seguiría. Más allá de que fue de común acuerdo, el charrúa confirmó que fue "censanteado".
Tras hacerse todo oficial, pasó este martes por la tarde por el predio para despedirse del plantel y de quiénes lo acompañaron estos meses. Luego, contó sus sensaciones a los medios santafesinos: "El empate me condenó, no convenció y de común acuerdo dejé de ser el técnico de Colón. En realidad, me cesantearon. En el plantel pasado había más jerarquía y fue una pretemporada intensa. No tuvimos los jugadores en el arranque por lesión. Fueron pequeñas cosas que influyeron en este desenlace. Perdimos solidez defensiva", confió.
"Si hubiéramos ganado de visitante se calmaban las aguas. El partido con Sarmiento fue difícil y no esperábamos recibir un penal rápidamente. No pudimos empatarlo y eso pegó fuerte en la directiva e influyó", agregó.
Luego, se le consultó sobre la celeridad con que se le encontró reemplazante: "Es todo muy rápido en el fútbol. Sé que la situación es pobre y magra. Me fui contento con el segundo tiempo ante Unión, porque hubo rebeldía, pero esto es fútbol y no pudimos ganar. Son las reglas de juego. Igual, estoy agradecido a la directiva y a los hinchas de Colón. Escucho mucho y hablo poco. Barro siempre para adentro. Comprendía que el punto no iba a alcanzar. El tiempo es corto y consideraba que podía acomodar las cosas. Necesitábamos acomodar piezas que llegaron tarde. Le dije a los jugadores que no bajaran los brazos, porque en la vida hay problemas más importantes. Es un campeonato largo y solo me queda desearle éxito a Pipo. Ojalá le den tiempo, un partido no tiene que ver con otro. A Colón lo llevo en el alma".
En otro tramo de la charla, admitió que las salidas de Christian Bernardi y Pulga Rodríguez complicaron: "Son difíciles de reemplazar porque son jugadores hechos. La pérdida de Bernardi fue preocupante y lo de Pulga era algo contractual que no se pudo solucionar".
En el final, exclamó: "No me vine a hacer rico a Colón. Cobré hasta el último día que trabajé. Cuando Colón me llamó, me sentí el hombre más feliz del mundo. Había jugadores que sacamos adelante. Al hincha le agradezco mucho, al que está y al que no está. Las redes explotaron, le puse el pecho y me sentía capacitado. Cumplí mi sueño de dirigir al club, pero no me alcanzó el tiempo y los resultados. Mi agradecimiento a todos los que me trataron de una excelente manera, igual que cuando jugaba".