A 104 kilómetros de la Ciudad de Mendoza y cerca del límite con Chile, Uspallata es un parador turístico indispensable en donde muchos de los que están de visita por Mendoza solo se detienen a cargar combustible o hacer algunas compras para seguir viaje. Sin embargo, este pueblo montañoso tiene una mística especial conformada por los deslumbrantes paisajes que lo rodean.
Así como todos los caminos llevan a Roma, las rutas a Uspallata son varias, pero la más recurrida es la Ruta Nacional N°7 que conecta las provincias de Buenos Aires, Córdoba, San Luis y Mendoza y desemboca en el cruce con Chile.
Algo particular de este pueblo rural son los motorhomes. Se pueden apreciar cientos de ellos con patentes extranjeras que pasean por el centro de Uspallata y alrededores. Es que la mayoría de las veces, el motorhome es la mejor manera de hacer este tipo de turismo al aire libre porque permite llegar a rincones nunca antes vistos y conocer los paisajes en los 4 momentos del día.
No obstante, hay muchas maneras de hacer turismo de montaña, y precisamente Uspallata presenta varios hostels y alojamientos entre otras facilidades para poder disfrutar de una estadía completa en medio de la montaña.
QUÉ ATRACTIVOS TURÍSTICOS SE PUEDEN ENCONTRAR EN USPALLATA
Lo que más llama la atención de los turistas son los deportes de montaña como el mountain bike, rappel, escalada, tirolesa, rafting, trekking, entre otros. Estos se pueden contratar para excursión en grupos o también para ir entre pocos y conocer allí gente nueva que probablemente provenga de otras provincias o países.
También, otro spot obligatorio es el Cerro de los Siete Colores. Este es el atractivo principal de Uspallata que se encuentra a 10 kilómetros del centro. Es muy común encontrar varios motorhomes estacionados allí apreciando la belleza de los colores del cerro como si fuera una acuarela recién pintada.
Otro punto natural importante es el Cerro Tunduqueral que fue considerado sagrado por los antiguos habitantes de pueblos originarios porque allí se realizaban rituales dejando registros en forma de petroglifos. Es recomendable hacer la excursión con un guía para conocer la geografía del lugar y su historia.
Por último, existe un sitio arqueológico que se remonta al siglo XVIII con los primeros padres jesuitas que colonizaron la zona. Se trata de tres cúpulas abovedadas construidas con barro, cubiertas de cal y con cimientos de piedra que fueron elegidas por el General San Martín para que funcionaran como oficinas y almacenes para las herramientas y otros elementos del Ejército Libertador.
En la actualidad el sitio funciona como museo y también se pueden observar restos de hornos de fundición y de molinos que traían el agua hasta la zona.