Este lunes por la noche se llevó a cabo una reunión de comisión directiva donde se trataron varios temas, con punto coyuntural en la continuidad del entrenador Gustavo Munúa. La mayoría de las opiniones van en torno a que no siga producto de los pobres resultados. La relación entre la secretaria técnica y el uruguayo está quebrada, por lo que la meta sería descomprimir una situación que también exaspera a los hinchas.
La pelota la tiene Luis Spahn, que desde que está como presidente nunca fue de despedir entrenadores. Las excepciones son Pablo Marini y Juan Manuel Azconzábal. Ahora se topa con el deseo de la mayoría, que podría inclinar la balanza. El tema que jugaría un papel determinante en esto sería lo económico.
Vale recordar que Gustavo Munúa renovó su contrato hace menos de 15 días después de dos meses de demora y especulaciones y, ante su deseo de quedarse a revertir la situación, la interrupción sería un dolor de cabeza para el club por el resarcimiento. Algo no menor y con lo que se tiene que lidiar.
Decenas de hinchas se congregaron frente a la sede para pedir un cierre de ciclo, pero por ahora no se resolvió nada y el uruguayo pinta para estar al frente del equipo el viernes ante Estudiantes por la 6ª fecha de la Liga Profesional. Esto puede tener un corte en cualquier momento.
La cosecha de Munúa se vino a pique: lleva dirigidos de 67 partidos en Unión con 21 victorias, 18 empates y 28 derrotas. De los últimos 21 duelos, ganó dos, igualó ocho y perdió 11. Performance lisa y llanamente de descenso. En un fútbol resultadista nadie aguanta esta racha, pero Unión quiere apostar al proyecto. El tema es ver hasta cuándo durará.