Donald Trump llegó este martes al Tribunal Superior de Manhattan, donde se dispone a declararse no culpable de los cargos en su contra por un soborno a una actriz porno, en la primera imputación penal a un expresidente estadounidense.
El exmandatario de los Estados Unidos fue citado en el tribunal para un procedimiento judicial breve por el cual, como cualquier otro detenido, tendrá que someterse a la toma de huellas dactilares y a ser fotografiado.
El líder republicano, de 76 años, que superó dos juicios políticos en el Congreso, es el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar cargos criminales, luego de que un gran jurado de Nueva York lo procesara la semana pasada.
El juez lo notificará de los cargos en su contra relativos a pagos que hizo a una actriz porno en 2016, antes de su elección, para ocultar una relación entre ambos cuando Trump ya estaba casado.
Trump se declarará no culpable, según sus abogados, por lo que la causa irá a juicio.
Al bajarse del vehículo que lo trasladó desde su residencia en la 5ª Avenida, Trump levantó el puño con semblante serio en señal de saludo a sus simpatizantes, antes de desaparecer dentro del tribunal.
El 45º presidente de la historia de Estados Unidos, quien llegó a Nueva York desde Florida, fue escoltado desde la Torre Trump -el rascacielos de su propiedad ubicado en la Quinta Avenida de la Gran Manzana- hasta el juzgado por el Servicio Secreto.
La policía de Nueva York se prepara para protestas de partidarios de Trump, que comparten la convicción de que su procesamiento y tres investigaciones pendientes adicionales buscan frustrar su retorno a la Casa Blanca.
Trump, que ya lanzó su precandidatura presidencial, afirma que recaudó 8 millones de dólares para su campaña en menos de una semana desde su procesamiento, que califica de "caza de brujas".
La audiencia también se puede utilizar para establecer las condiciones para su liberación y fijar la próxima cita judicial.
La Justicia de Nueva York investiga desde 2018 un pago de 130.000 dólares a la actriz porno Stormy Daniels justo antes de las elecciones presidenciales de 2016 para ocultar una supuesta relación extramatrimonial de Donald Trump.
La suma no se incluyó en las cuentas de la campaña del candidato republicano -lo cual violaría las leyes electorales estatales-, sino que se registró como "honorarios legales" en las de su empresa, con sede en Nueva York.