Una vez terminada la temporada 2022 y contra todos los pronósticos, los dirigentes con Luis Spahn a la cabeza y Roberto Battión, exlíder de la secretaría técnica, decidieron continuar el proceso futbolístico que venía encabezando Gustavo Munúa.
Fue así que se le ofreció al uruguayo la continuidad, la cual aceptó luego de haberse tomado unos días de descanso en Uruguay junto a su familia. Sin embargo, no se firmó su nuevo contrato sino hasta la fecha previa al clásico santafesino ante Colón, en la 4ª jornada.
Pero los resultados deportivos no acompañaron a Unión, y nunca pudo el equipo salir del pozo futbolístico en el cual ingresó en el tramo final de la temporada anterior. De esta manera, tras una sucesión de más resultados adversos se decidió por concluir con la era de Munúa.
Y luego del interinato de Marcelo Mosset los dirigentes anunciaron la contratación de Sebastián Méndez, quien debutó en el banco tatengue el pasado domingo en el empate sin goles frente a Tigre, en el 15 de Abril.
Sin embargo, luego trascendió que el Gallego pudo sentarse en el banco tras haber tenido un permiso especial, ya que todavía no se firmó la rescisión de contrato con Munúa, que según pudo averiguar Diez en Deportes ya está acordada y solo resta que se firme el acuerdo cuando Pascual Lezcano, reprsentante del uruguayo, llegue a Santa Fe.
Trascendió que para rescindirle el contrato a Munúa, Unión tuvo que llegar a un acuerdo económico y en dólares. Serían 10 cuotas de 30.000 dólares cada una para el DT, quien tenía contrato hasta el 31 de diciembre de este año.