El robo ocurrió a plena luz del día el pasado lunes, y el delincuente quedó retratado por una cámara de seguridad del lugar.
El sujeto ingresó a un estacionamiento y observó durante un rato los movimientos del lugar, haciendo inteligencia. Luego de estudiar, durante un rato lo que ocurría, y aguardar el momento exacto el delincuente se abalazó sobre el birrodado, se subió y se fue andando.
Lamentablemente las herramientas de seguridad para persuadir a los delincuentes no fueron suficientes contra la paciencia de este ladrón.