Esta mañana de domingo, antes de las 7, y como consecuencia de una gresca ocurrida en el interior de un boliche bailable ubicado sobre avenida Gorriti y calle Urquiza, en barrio Nueva Pompeya, se produjo una fuerte discusión verbal seguida de riña entre varias mujeres y dentro del salón.
Para evitar una escalada de mayor violencia, los policías sacaron a la vereda a dos de las mujeres que participaron de la riña (madre e hija de 49 y 30 años). Cuando ambas mujeres estaban en la vereda, súbitamente aparecieron dos motociclistas y el que iba como acompañante descerrajó una lluvia de balas sobre las dos mujeres que resultaron heridas en distintas partes del cuerpo.
Tras el ataque criminal, en el lugar se generó una conmoción generalizada. La principal sospecha policial, es que madre e hija se encontraron con otras mujeres por las que por algún motivo tienen diferencias irreconciliables desde hace bastante tiempo, y pelearon.
Y las que quedaron dentro del bailable le avisaron a los dos gatilleros que llegaron en una moto y les dispararon a mansalva. Policías capitalinos de Orden Público y de Cuerpos buscaron testigos del ataque como la existencia de cámaras de videovigilancia públicas y privadas que consumaron el ataque.
Inmediatamente después, actuaron oficiales y suboficiales de Orden Público y de Cuerpos que llegaron al lugar convocados por los policías del servicio adicional, mientras un médico en una ambulancia que llegó son sirenas y balizas encendidas, rescató a las dos mujeres heridas y las trasladó al nuevo hospital Iturraspe. Las víctimas del ataque a balazos, de 49 y 30 años, fueron recibidas por los médicos de la Emergentología que las revisaron y constataron que ambas estaban heridas con impactos de bala.
La mujer de 49 años presentaba dos balazos, uno en el abdomen y el restante en su pierna derecha; respecto a su hija de 30 años, tiene tres impactos de bala en su pierna izquierda. Ambas recibieron curaciones, respecto de la mayor de ambas los médicos evaluaban operar durante la jornada de este domingo. Ambas fueron compensadas, y recibieron curaciones y quedaron internadas en observación.