Las lluvias de mayo "salvaron" la siembra de trigo de una caída abrupta, pero la campaña de soja de este año es "extremadamente mala", de acuerdo con un informe elaborado por la Bolsa de Rosario.
Según la entidad empresaria, antes de las lluvias, con un escenario de casi tan seco como 2009, el área de trigo argentino corría el riesgo de caer un millón de toneladas respecto del ciclo 2022/23. Pero ahora, tras la recuperación hídrica en el este, la disminución interanual se estima en solo un 5%.
De acuerdo con el análisis de la Bolsa rosarina, por la sequía la siembra de trigo 2023/24 pudo haber estado entre las más bajas de la década, "pero el evento de precipitaciones de mayo dejó acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales en el este".
De todas maneras, el informe puntualizó que la franja oeste sigue seca: el oeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba son las áreas más comprometidas para cumplir con los planes trigueros, pero Entre Ríos, centro y este de Santa Fe y este —y sobre todo sudeste— bonaerense han recuperado las posibilidades de aumentar el área triguera.
Córdoba dejaría de sembrar unas 180.000 hectáreas en esta campaña, pasando de 880.000 a 700.000, con una caída interanual que estaría en torno del 20,5%. Le sigue Buenos Aires, donde se estima una baja de 140.000 hectáreas o 5,5%, pasando de cultivar 2,54 millones a 2,40 millones de hectáreas. La Pampa es otra de las provincias que sufre un fuerte recorte este año: la siembra triguera caería casi un 27% respecto al ciclo pasado.
Con este escenario, se estima un área de trigo 2023/24 de 5,6 millones de hectáreas, con lo cual la Argentina podría producir 16,2 millones de toneladas de este cereal.
El avance de las labores de siembra es de 31% a nivel nacional y muestra un avance de cuatro puntos porcentuales respecto a la siembra de hace un año (27%), según la Bolsa de Rosario.
Por su parte, la campaña de soja va llegando a su final, pero los descuentos siguen: pasa de 21,5 millones a 20,5 millones de toneladas en junio Con el 96% de avance de cosecha, "llega el final de una campaña extremadamente mala.
Y siguen los ajustes negativos en soja: de mayo a junio cae otro millón de toneladas la producción. De esta manera habrá un 58% menos de soja de lo que se esperaba producir a principios de la campaña", advirtió el informe.