Esta semana, el presidente de Colón, José Vignatti, se instaló en Buenos Aires para encarar algunas negociaciones. Por un lado, las posibles incorporaciones, por otro el cuantioso juicio de Lucas Viatri y después, la intención de retener a Juan Pablo Álvarez.
El Sabalero dejó pasar la chance de hacer uso de la opción de compra de 1.900.000 dólares –cifra inviable–, pero le habría acercado una propuesta a Banfield, dueño de la ficha, para intentar mantenerlo en el plantel. Claro está, con una cifra muy inferior y en cuotas. La respuesta fue negativa, por lo que el volante jugará su último partido este domingo ante Rosario Central.
Tampoco se pudo llegar a un acuerdo para que, al menos, pueda terminar este campeonato, ya que su vínculo expira el 30 de junio y el Sabalero afronta su próximo compromiso ante Racing el 2 de julio. El Taladro lo necesita para lo que viene por la situación apremiante en la que está y por eso apostó a lo deportivo.
El tema está en que el futbolista deberá presentarse el 1 de julio para trabajar con Banfield, pero sabiendo que recién podrá jugar en la Copa de la Liga. Por estas desprolijidades que tiene la AFA, es quien sale perjudicado, porque no podrá trabajar en ninguno de los dos equipos hasta la otra temporada.
Por más que Pipo Gorosito lo quería, estaba claro que no era algo sencillo y se agudizó el ingenio para ir por otros caminos de negociación, pero no prosperaron. Incluso el propio Julio Falcioni lo espera con los brazos abiertos en Banfield tras sus declaraciones en LT10, siendo otro factor determinante. Así las cosas, será final de ciclo para Álvarez en el Sabalero.