La selección francesa de rugby prolongó su pleno de victorias en el Mundial del que es anfitriona y aguarda ya rival en los cuartos de final, tras imponerse este viernes en Lyon por un contundente 60-7 a Italia, que se despide del torneo.
Pese a saldar con triunfos, entre ellos uno sobre la todopoderosa Nueva Zelanda, sus tres primeros compromisos en el torneo los pupilos de Fabien Galthié no tenían segura todavía su presencia entre los ocho mejores equipos. De hecho, una derrota sin bonificaciones habría dejado fuera del Mundial al "XV" del Gallo, una tragedia que el ala francés Damian Penaud no estaba dispuesto a que sucediera, tal y como dejó claro a los dos minutos al firmar el primer ensayo (5-0) de los locales.
No fue la única marca del jugador del Burdeos-Begles, que a falta de dos minutos para la conclusión de la primera mitad anotó el último de los cuatro ensayos que Francia firmó en los primeros cuarenta minutos y que permitieron a los galos dejar prácticamente resuelta la contienda (31-0) al llegar el descanso.
Un contundente marcador que no aplacó la voracidad ofensiva del combinado francés que a falta de poco más de cuarto de hora para la conclusión se situó con una renta de 52-0, gracias a los ensayos de Matthieu Jalibert, Peatu Mauvaka y Yoram Moefana que apenas unos minutos antes había sustituido a Gaël Fickou.
Cambios y más cambios que mermaron la consistencia del equipo francés que concedió a los 72 minutos el primero y único ensayo (52-7) de una Italia, que nunca pareció en disposición de lograr la victoria que necesitaba para seguir viva en el torneo.
Una acción que pareció enrabietar a la selección francesa, que siguió sin poder contar con el lesionado Antoine Dupont, y que sumó a falta de cinco minutos para el final un nuevo ensayo por medio de Yoram Moefana antes de que Melvyn Jaminet anote el definitivo 60-7 con un postrero golpe de castigo.
Contundente marcador que permitió a Francia, finalista en los años 1987, 1999 y 2011, asegurar su presencia como primero de grupo en los cuartos de final, en los que se medirá el próximo 15 de octubre en el estadio de Saint-Denis con el segundo clasificado del grupo B. Un grupo en el que Irlanda, la actual número uno del mundo, Sudáfrica, la vigente campeona mundial, y Escocia llegarán a la última jornada con opciones de ocupar una de las dos primeras plazas.