Con la salvación, Unión encontró tranquilidad y algo de respiro. Sobre todo, por lo complicado que fue el semestre y los momentos de alta tensión que se vivieron. Por eso se sintió como un desahogo el objetivo cumplido.
Pero ahora hay que dar vuelta la página y empezar a planificar lo que viene, donde el DT Cristian González elevó varios pedidos, entre ellos apostar a lo deportivo. Para ello, habrá que hacer un esfuerzo mayor y aflojar una billetera que, durante la gestión de Luis Spahn, nunca fue de largar tanto.
Pero antes, es preciso destrabar la inhibición por la deuda con Deportivo Capiatá de Paraguay por la compra de Junior Marabel, actualmente militando en General Caballero. Después de agotar instancias y esperar una respuesta, el club guaraní reclamó en FIFA y el Tate está por ahora restringido para incorporar.
Un dolor de cabeza a solucionar pensando en 2024, por más que siga la traba de girar dólares y conseguirlos a precio oficial. Quizás con el cambio de gobierno se pueda tener otro acceso, pero no se puede especular. El monto impago es de 500.000 dólares, más gastos y costas.
A esto se podría sumar una intimación también por un saldo con el colombiano Bryan Castrillón, que vence su préstamo y retorna a Independiente Medellín. Es factible que, con el dinero que debe ingresar por la venta de Imanol Machuca se pueda cancelar todo.
Por el momento, la dirigencia trabaja para encontrarle una solución a estos temas antes que sea momento de arrancar la pretemporada el 2 de enero.